Infinita inferioridad
Infinita inferioridad
Cuánto odio, orgullo atrofiado, delirio, destrucción, guerras, muerte, hemos sembrado a través de los siglos los seres llamados racionales.
Lo hubo, lo hay y seguirá existiendo en las mentes horribles y maquiavélicas de los humanos, con respecto a la superioridad de una raza sobre otra.
Ninguno, por muchos que nos llamemos desde hace siglos seres racionales, cambiará el rumbo. Rumbo que desde el comienzo de los tiempos y tenemos conciencia, hemos creado, parece ser por inercia o por ineptitud de una mente retorcida y no deseosa de evolucionar en algunos individuos de este mundo nuestro.
Nos hicieron o nos convertimos en algún momento, parece ser, en humanos llenos de animadversión hacia otras personas distintas, por su raza, credo o religión, y eso es lo que proclamamos.
Guerras desde hace milenios entre religiones, dos guerras mundiales en el pasado siglo por eso de la supremacía de una, con el consabido casi exterminio de la llamada inferior. Odio a raudales destilándose en los ojos de los que fueron y actuaron como verdugos.
No aprendemos y lo que es mas indigno no lo haremos en el futuro.
Nos seguiremos odiando y matando, por razón de la raza, de una superioridad equivoca, que nunca reconoceremos por eso del “ego” propio, infame y mente obtusa.
Ninguna persona se debería ni se debe sentir superior a nadie.
Las personas se entremezclan, las civilizaciones se entrecruzan y se subsumen unas a otras.
¿Entonces por qué nos seguimos odiando y proclamando nuestra superioridad con respecto al otro?
A través de los tiempos hemos peleado en vez de amarnos, sometidos a mequetrefes de dos patas y a hombres sin cultura, y asesinos sin razón.
Y lo hicimos por patrias sin banderas y melchores sin corazón.
Nunca nos odiamos, luchamos sin conocerlo, lo hicimos llorando, con rabia miedo y desesperación.
Y algunos se pusieron medallas de hojalata entre risitas, cantos y beneplácitos a lo bufón.
Y nos seguiremos creyendo héroes abrazados a una turba maloliente despechada y altanera, de asesinos jamás compungidos y mentes atravesadas de odio desparramado.
Y seguiremos odiando y moriremos pensando: ¿por qué?
Esta foto de lustros ha, se podría retrotraer al presente, nada ha cambiado, el odio sigue militando entre nosotros.
La intolerancia está cada vez mas anclada en la humanidad.
¡¡¡ Allá donde exista y vaya el humano, seguirá odiando, continuará matando. Somos seres racionales!!!
Manu & Willy