"Operación Gorgojo"

PREÁMBULO 

San Sebastián - OCTUBRE DE 1998

 En los servicios de emergencia del hospital Nuestra Señora de Aránzazu estaba todo preparado para recibir a la víctima de un atentado. Después de varias horas en el quirófano, el herido fue trasladado a planta. Cuando la anestesia dejó paso a la consciencia, a David le dolía todo su cuerpo. Su brazo izquierdo, desde la mano hasta el hombro, estaba enfundado en una ruda escayola. Varias agujas en su mano derecha, le causaban un dolor continuo al atravesar su piel para introducir el líquido que gota a gota le surtía de suero a su cuerpo. David abrió de forma pausada los ojos y observó a su lado a varias personas uniformadas. Reconoció al hombre de sonrisa breve, su coronel, quien lo miró y apoyó su mano en el brazo vendado.

―David, ahora mejórese. Con su ayuda los detendremos.

 El hombre se caló el tricornio con gesto serio y, en compa ñía de varias personas enfundadas en blancas batas se retiró.